miércoles, 16 de marzo de 2011

Sarmiento y la ciencia



Sarmiento realizó una importante contribución al saber gracias a su aporte como promotor del progreso científico y su acción y prédica constante a favor de la enseñanza y creación de instituciones científicas y culturales.
La acción de Sarmiento en la difusión de las ciencias occidentales, en un país periférico en el mundo de las ciencias como lo era la Argentina, fue la de consolidar un sistema científico independiente, enriqueciéndolo con los aportes de la más moderna ciencia europea.
Cuando ocupaba el cargo de Ministro de Instrucción Pública de la Provincia de Buenos Aires, llegó al país el científico German Burmeister . Cuando éste era director del Museo de Buenos Aires, y en cumplimiento de una ley de 1869, Sarmiento le encomendó las gestiones para incorporar veinte profesores europeos para la enseñanza de ciencias exactas y naturales en la Universidad de Córdoba.
En la Argentina, las dos posturas que a nivel mundial se enfrentaban en el campo de las ciencias naturales estaban representadas por Florentino Ameghino, del lado del evolucionismo  y por Burmeister, en el campo del creacionismo. Sarmiento, a pesar de que Burmeister era un científico consagrado en Europa, no dudó en apoyar las ideas de Ameghino, del cual decía en 1881: "Un paisano de Mercedes, Florentino Ameghino, que nadie conoce y es el único sabio argentino (...) que reconoce la Europa".
Durante su gestión como representante argentino en Estados Unidos logró que el astrónomo   Benjamin Aphorp Gould   aceptase viajar a la Argentina para crear un observatorio astronómico. Cuando Gould llegó a la Argentina, Sarmiento ya era presidente y había creado el Observatorio Astronómico de Córdoba que adquiriría en aquel entonces relevancia internacional. También a Sarmiento y Gould se deben la iniciación de los estudios meteorológicos en Argentina al crearse en 1872 la Oficina Meteorológica Nacional que funcionó hasta 1884 en Córdoba y luego se trasladaría a Buenos Aires.
Exaltó siempre la figura del médico y paleontólogo aficionado Francisco Javier Muñiz y apoyó mucho a quién se convertiría en el primer científico argentino de relevancia internacional, como ya hemos dicho,  Florentino Ameghino. 
Según una anécdota parece que el fútbol también le debe su impulso. En efecto, Alexander Hutton, padre fundador del fútbol argentino, y a la sazón, Rector del High School English, al solicitarle permiso a Sarmiento para enseñar el deporte de la pelota entre sus estudiantes recibió esta respuesta: "Que aprendan, mi amigo, a las patadas pero que aprendan".

Fuente: Cazaux, Diana (2010), Historia de la divulgación científica en la Argentina, Buenos Aires, Editorial Teseo.

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