viernes, 18 de marzo de 2011

La primera transmisión de radio fue argentina

En la noche del 27 de agosto de  1920 nace la radio en la Argentina, medio de comunicación que se convierte en uno de los medios  que reúne mayor cantidad de condiciones para ser un  canal educativo: su poder de llegada, su ubicuidad, su bajo costo y la posibilidad de ser escuchada, sin la necesidad de saber leer ni escribir para recibir sus mensajes. Características que son utilizadas a través de radios comunitarias, para cumplir con este rol educativo, donde también la ciencia es comunicada de manera sencilla, fundamentalmente, a través de campañas de salud en la lucha contra enfermedades endémicas.
Coincidentemente le correspondió a un grupo de aficionados integrado por tres médicos argentinos, Enrique Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero la noche del 27 de agosto de 1920 entre las 21 y las 23 horas, instalar un modestísimo equipo para transmitir la ópera “Parsifal” de Ricardo Wagner desde el Teatro Coliseo.

En 1918, sobre el fin de la Primera Guerra, Susini -médico otorrinolaringólogo y amante de la música clásica- viajó a Francia para estudiar, cerca de los frentes de batalla, el efecto de los gases asfixiantes y paralizantes sobre las vías respiratorias. Allí encontró equipos de radio con transmisores casi abandonados y algunas lámparas y válvulas en buen estado, elementos que el médico trajo al país ocultos dentro de su enorme sobretodo. Fue el inicio de la travesura, por lo que fueron llamados “los locos de la azotea”[i].
Cables, hilos, válvulas, bobinas, alambres, bocinas y micrófonos sirvieron al grupo de jóvenes -el mayor sólo tenía 25 años- para modernizar sus transmisores caseros e intentar la magia.
Desde la azotea de un edificio ubicado en Cerrito y Charcas, una antena emitió lo que le dictaba el micrófono situado en el paraíso del teatro.
"Señoras y señores: la sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Ricardo Wagner, "Parsifal"..." La voz de Susini abrió una transmisión de 3 horas que pudieron escuchar apenas cincuenta personas, los propietarios de las contadas radios a galena que había en Buenos Aires.
El experimento que llevó a estos cuatro talentos a las páginas de los diarios se convirtió en Radio Argentina. Y el entusiasmo no cesó. También fue la primera emisora en transmitir en directo la asunción de un presidente -Marcelo T. de Alvear-, difundir un noticiero y formar un equipo de locutores.
Susini definió al grupo de amigos como: “Éramos médicos estudiosos de los efectos eléctricos en medicina, y también radioaficionados, lo suficientemente bien informados como para estar a la vanguardia. Pero básicamente éramos personas imaginativas, amantes de la música y el teatro y por eso se nos ocurrió que este maravilloso invento podía llegar a ser el más extraordinario instrumento de difusión cultural”. “Según el historiador Edgardo Roca, la radiotelefonía argentina nació como un entretenimiento de aficionados que jugaban a transmitir y recibir. Pero el tiempo, afirma Roca, transformó ese hobbie de locos de la azotea en algo imprescindible en todos los hogares.”[ii]

El lunes 30 de agosto de 1920 publicó La Nación: "Se está haciendo en el Coliseo un experimento curioso e interesante en extremo. En algunas casas particulares, en los barcos del puerto y de la rada y en las estaciones radiotelegráficas de toda la ciudad, en un gran espacio alrededor de Buenos Aires, puede asistirse en estas noches a un espectáculo realmente maravilloso: un grupo de personas, en actitud atenta y recogida, escuchan, sin ver, la realización de los espectáculos líricos del Coliseo. El auditorio, en la sala o en el comedor, rodea un pequeño aparato que resuena con mayor claridad que el fonógrafo y sin el rumor de la aguja sobre el disco: la membrana del receptor vibra desesperadamente en su caja magnética y un amplificador expande en el ambiente de los graves acordes de "Parsifal" o las ardientes melodías de "Iris". Es un aparato de telefonía sin hilos, instalado por vía de ensayo en la sala de aquel teatro, y que envía a través de la atmósfera el sonido que pasa por un micrófono y que transformado en ondas hertzianas va a reproducirse en los receptores colocados en diversos puntos. Una nueva sociedad de jóvenes estudiosos y emprendedores que se titula La Radio Argentina ha llevado a cabo ese ensayo con un éxito sorprendente”.






[i] La Nación, 27.8.2000.

[ii] Ulanovsky, C. (1996) , Días de radio argentina. Buenos Aires, Espasa Calpe.



Fuente: Cazaux, Diana (2010), Historia de la divulgación científica en la Argentina, Buenos Aires, Editorial Teseo.

No hay comentarios: